Victor’s

“El lugar evoca al típico dinner gringo, pero con sabor cien por ciento mexicano y con el toque a Ensenada”, comenta Mauricio Barrera Paz en su reseña de Victor ́s Restaurant, en el portal Trip Advisor.

“Las alternativas en la carta son amplias”, escribe un tal José Fernández, en otra reseña del mismo portal.

Y es verdad: desde hace más de cincuenta años, Victor’s ofrece para desayunar chorizo de abulón, bistec ranchero, machaca de langosta, salchicha polaca, chilaquiles, omelettes y gorditas.

También es verdad que, para no estar en la lista de espera, tienes que llegar a las siete de la mañana, y no después de las ocho y media. Si llegas de sur a norte, tendrás que entrar a un retorno, e ingresar por el costado izquierdo para entrar al pequeño estacionamiento que está situado en la parte posterior. Si llegas de norte a sur, la entrada estará a tu derecha.

Entro y me abarca un aroma dulce, un aroma como a caramelo y cítricos. Pienso que se debe a los panqués y los jugos de naranja que hay en las mesas.

Hace un día soleado y percibo una ligera brisa marina –es común en esta parte de la ciudad por la proximidad del mar. Me siento en la parte posterior derecha del restaurante, pegada a la pared. Es la hora del desayuno y pido unos huevos rancheros (los huevos son su especialidad). Me ofrecen café y me traen una taza con una frase que dice “Comienza tu día con huevos”. Quiero tener una igual en mi casa. Observo que las tazas de la mesa de enseguida también están personalizadas. Me pregunto cuántas tazas personalizadas tendrán.

Para esta crónica, hago algunas preguntas a los empleados : —¿Cuál es la capacidad del lugar?

—No sé —me contesta la recepcionista, un tanto insegura. Quizá piensa que yo soy un inspector oculto que investiga si este aforo está permitido en semáforo amarillo de pandemia, pues enseguida me pregunta:

—¿Quieres que le llame a la gerente?

—No, no, descuide.

El ruido de las televisiones, el murmullo y las voces entrecortadas forman una banda sinfónica que ensaya una canción eterna. Las grandes ventanas que abarcan casi la mitad de una pared y sus abanicos prendidos con un ritmo suave me arrullan.

Leo otra reseña en Trip Advisor en la que un usuario escribe: “Seguro estaré regresando”.

Y yo pienso lo mismo que él.

Crónica por: Anayeli Vega. Alumna del 3er Taller de Relatos

Siguiente
Siguiente

Lina